sábado, 30 de agosto de 2008

Sello musical "Tricolor"


"Tricolor" es el sello musical de Ediciones Nueva República. Este proyecto tiene como fin editar y distribuir música de distintos grupos y estilos, denominada "música alternativa", debido a la temática política de sus letras. Por ahora se han editado 5 CDs, disponibles a través de la página web; estos son: "Hija de Europa" - de la cantautora Mara Ros-, "Sin cadenas" y "Una voz al viento" - del cantautor Axis Mundi-, "Traidor quien ceda" - de la banda de Rock, Imperium- y "Bienvenidos a la realidad" - del grupo de Streetpunk, Impertinencia-.

Tanto el sonido como la maquetación de los CDs suele ser bastante buenos en todos los álbumes.

viernes, 29 de agosto de 2008

270 Bis


270 Bis es el artículo del código penal italiano que castiga las denominadas "asociaciones subversivas", o sea "aquellas que – según la valoración de los jueces - apuntan a la subversión violenta de las instituciones". Marcello de Angelis había empezado a practicar "actividades subversivas" poco antes de los catorce años, como era normal en la Italia de los 70. A los dieciseis años había empezado a tocar la guitarra y a escribir canciones muy afectadas por sus "actividades". Solo pudo tocar una vez en vivo, con dos guitarras de acompañamiento, en el 1979. El año siguiente tuvo que dejar casa y guitarra perseguido por una orden de arresto muy compleja. En solo tres meses el mundo entero se había caído: muchos amigos detenidos, el hermano mayor, Nanni, muerto en circunstancias muy oscuras en una celda de aislamiento, la novia, embarazada desde hacía cinco meses, detenida hasta el nacimiento de su hijo. Dentro de todo, una experiencia poco agradable. Siguieron nueve años de viajes y permanencia al exterior (más o menos clandestina), con una pausa de detención de algunos meses en Inglaterra. En consecuencia a la demanda de un amigo detenido en Italia, grabó un casete y se lo envió en recuerdo de "los viejos tiempos". Después de casi diez años, Marcello decidió volver a casa, pasase lo que pasase, justo o equivocado que fuera. Eligió expiar su condena a cinco años y seis meses de cárcel como consecuencia de la aplicación del artículo "270 bis" y volvió a Roma o – mejor dicho – a la cárcel romana de Rebibbia.
Después de tres años, gracias a la amnistía del 1989, se abrieron la puertas, y Marcello empezó a mirar a su alrededor. El mundo había cambiado, pero el tardó tres años en comprenderlo. De esta rápida experiencia de reencontrada libertad, un solo hecho muy positivo había quedado: el casete enviado a su amigo detenido había dado la vuelta a Italia, y no pasaba un día sin que encontrara alguien que conociera sus canciones de memoria, las tocara y las hicieras conocer. Después de darse cuenta de eso, y sabiendo que "hace más daño una canción que cien mil octavillas", volvió a cojer en mano la guitarra.

Junto a Claudio Scotti – conocido como Giannetto – un viejo imputado en el mismo juicio reencontrado después de muchos años, al joven "ultra" del Lazio Antonello Patrizi – llamado Babba – y al baterista Gianluca Rizzante, constituyó la primera formación de los 270 Bis, así llamados en recuerdo de la bonita experiencia procesal… era el 1993.El primer repertorio de la banda fue formado por viejas "hit" de Marcello revisionadas (Eri bella, Settembre Nero), textos escritos en la cárcel (Cara amica, Salve sole, El Bandido, Ehi guardia!) y otros nacidos en el momento de su regreso (Apri gli occhi) y de la observación del nuevo pero viejo mundo (Spara sulle Posse, Bomber Nero).
El año siguiente hubo un paso adelante en la calidad de la banda con la entrada en la formación del saxofonista Max Cocciolo. Después de muchos conciertos salió la primera cinta titulada "I Signori della Guerra" (Los Señores de la Guerra). Las cinco mil copias producidas se terminaron en un año. Sigue el segundo LP, "Cuore Nero" (Corazón Negro) con otras revisiones del antiguo repertorio "de angeliano" y nuevas canciones que pronto se convirtieron en otras "hit" (Non Scordo, Claretta e Ben). Sigue una epoca de dolido estancamiento y transformación.
Entre boicotes cruzados y prohibiciones por parte de practicamente todas las fuerzas políticas (cada una por razones distintas), los 270 Bis siguen su actividad de provocadores musicales llegando a casi cien conciertos en cuatro años. Cuando nadie los quiere, encuentran un cálido y amable refugio en las tierras del Veneto, entre los amigos del VFS (Veneto Fronte Skinhead), donde sus fans crecen y se consolidan cada día. La formación se renueva en olas siguientes. Giannetto deja la banda, víctima del trabajo. Gianluca pasa la batería a Testone, ex baterista de la banda "Intolleranza". Entra Giammarco como guitarra solista, enseguida reemplazado por el etílico Pierluca Puccipoppi junto al baterista Gianpaolo Pelizzaro – despertador de dinosauros -.

Extraído de 270 Bis.

martes, 26 de agosto de 2008

El gobierno invisble


Desde hace décadas grupos de «sabios» dictan cuáles deben ser las acciones y decisiones de quienes gobiernan. Están detrás de ellos. Trabajan de forma casi anónima. En silencio. Y, por supuesto, de espaldas a los ciudadanos. Se agrupan en torno a los think-tank, una red de grupos que son auténticos laboratorios de ideas que después se convierten en realidad.Bruno Cardeñosa, el autor español más comprometido con la verdad, desvela cuáles son estos grupos, cómo operan, quiénes los apoyan y expone con todo lujo de detalles la forma en la que ejecutan sus planes. Gracias a este trabajo, el lector podrá conocer e identificar a estos grupos, que actúan de modo similar a como trabajaban las sociedades secretas de antaño. Ahora, esos colectivos se han despojado de su aura secreta y mística para dejar al descubierto su única ambición: poder y dinero.

domingo, 24 de agosto de 2008

"Europa" y "Occidente": dos conceptos antagónicos


Nuestros hombres políticos y nuestros intelectuales hablan continuamente de Europa y Occidente, como si estuviera claro que la primera sería lo mismo que el segundo. El Occidente, en tal acepción, indicaría así un conjunto formado por los países de Europa, sobre todo de Europa Occidental, y Estados Unidos de América, con el apéndice canadiense. En otras palabras, el Occidente coincide con los limites de la OTAN.

Pero si examinamos el origen del término “Occidente”, no en el sentido geográfico obviamente, sino en sentido político, descubrimos algo muy diferente de esta acepción “otanica”: a principios del siglo XIX, en Estados Unidos de América, esta expresión nació, no para englobar Europa en un contexto atlántico más extenso, sino, al contrario, para que el joven Estado americano tomara sus distancias frente a los países del Viejo Continente.

Encontramos los primeros rastros de esta distinción en los discursos de los unos de los más interesantes Presidentes americanos, Thomas Jefferson, cuyo aniversario 250 de nacimiento se celebró en 1993. Ya en 1808, Jefferson afirmaba que América era un “hemisferio separado”; a continuación, en 1812, y más claramente aún en 1820, proponia un meridiano destinado a separar para siempre “nuestro hemisferio” de Europa. En el hemisferio americano, profetizaba, es decir, el hemisferio occidental, “el león y el cordero vivirán en paz uno con otro”.

La etapa siguiente fue la de la famosa declaración del Presidente Monroe, el 2 de diciembre de 1823, por la cual prohíbe a toda potencia europea intervenir en el hemisferio occidental-americano. Desde entonces, la afirmación de esta especificidad occidental-américana fue in crescendo, hasta las posiciones adoptadas por el Presidente Teodoro Roosevelt a principios de nuestro siglo, luego a las declaraciones diplomáticas de 1940 y de la inmediata posguerra. Lo que cuenta, es que en todos estos discursos, en todas estas declaraciones, en todos estos documentos diplomáticos americanos, por hemisferio occidental, por Occidente, se entiende algo radicalmente opuesto a Europa. No se trata solamente de indicar y delimitar una esfera de influencia o una zona de defensa en la cual se excluye la presencia de todo enemigo potencial. Si tal era el caso, el Occidente solo sería una de estas innumerables denominaciones utilizadas en política y en diplomacia para definir un lugar o una situación geográfica o estratégica.

Se trata mas bien de otra cosa. Realmente, la idea de demarcar un meridiano que separaría a Europa de Occidente se basa en la idea de que Occidente, es decir, América considerada como Occidente en comparación con Europa, sería básicamente diferente de Europa en su esencia y su proposito. Esta idea se basa pues en la presunción que esos dos mundos, el viejo y el nuevo, son radicalmente diferentes por naturaleza, según la tradición y la moral. En tal contexto, América termina siendo diferente de Europa, porque América es la tierra de la igualdad y la libertad, opuesta a Europa, de tierra donde existen estratificaciones sociales y donde reina la opresión. América, definida como Estados Unidos de América, es la tierra donde el hombre bueno consiguió crear un orden social y político buenos, mientras que Europa es la tierra del defecto y la corrupción; América es la tierra de la paz, Europa, la de la discordia y la esclavitud.

El meridiano, que debería separar el Occidente de Europa, reviste pues una función de conservación de los “buenos” contra los “malos”, indica una oposición radical e insuperable, al menos mientras Europa no renuncie a sus “perversidades” (¿eso será algun día posible?).

Este tipo de razonamiento encuentra sus raíces en las más antiguas tradiciones políticas americanas, las de los padres fundadores. Recuerdemos que ellos eran puritanos, protestantes extremistas, animados por una profunda fe en Dios y en sí mismos, porque creían haber sido elegidos por este, obligados a abandonar Inglaterra para escapar a las persecuciones y a los contactos entre los protestantes corrompidos y los papistas diabolicos. Para ellos, América era una tierra virgen, donde podían construir un nuevo mundo, un mundo de los “puros”, un mundo para el pueblo de Dios, un mundo liberado de las normas impias de Europa, afortunadamente separado de ésta por millares de millas de océano.

Dios pues había dado América a sus habitantes y éstos debían guardarla pura, libre de todas las torpezas europeas que acababan de abandonar. La Doctrina de Monroe y el concepto de “hemisferio occidental” son la transposición política y laicizada al compás de las décadas, de esta mentalidad que, al principio, era religiosa y que aspiraba a una separación más neta con Europa.
Los que, hoy, utilizan indiferentemente los términos “Europa” y “Occidente”, como si fueran sinónimos, o como si el segundo incluye a la primera, y adoptan este uso erróneo, cometen un grave error histórico y político. En tanto que aceptan, consciente o inconscientemente, la visión americana del mundo, esperando de este modo que Europa haya entrado completamente en Occidente.

Me parece bien de destacar el siguiente hecho: en la definición de Occidente, tal como nació en Jefferson, se inscriben inmediatamente las dos formas americanas de concebir las relaciones internacionales, de las que se tiene el hábito de considerar erroneamente como exclusivas una de la otra: el intervencionismo y el aislacionismo. En efecto, si el Occidente está “bien”, singifica que el mundo no infectado por las perversidades europeas, entonces es necesario sacar dos consecuencias. Por una parte, puede decidir volver a encerrarse en sí mismo, para impedir el contagio externo; por otra parte, puede decidir salir de su propia trinchera para lanzarse y “salvar al mundo”. Es esta segunda política la que prevaleció en la historia americana, sobre todo porque la idea de un Occidente incorruptible se unió a la del “destino manifiesto” de los Estados Unidos (esta expresión se forjó en 1845 durante el conflicto que se oponía a los EE.UU a Inglaterra por el Oregon) para constituir el peor de los imperialismos.

Así pues, toda la acción americana sobre el continente americano es justificada en la defensa de los intereses de los Estados Unidos; toda acción en ultramar es una “misión” del Bien para salvar el mundo. Mientras que la recíprocidad no vale para los Europeos, portadores el “mal”, que no podrán nunca introducirse de buen derecho en los asuntos del continente americano, como lo pretendía precisamente la Doctrina de Monroe, que prohibía a los Europeos todo movimiento al Oeste del meridiano “separador”. Los que hoy en Europa se imaginan como paladines de Occidente, son simplemente individuos que se integraron en el modo de vida y en el espiritu de los Americanos y que, consciente o inconscientemente, consideran haber sido “salvados” y “liberados” por ellos.

Realmente, se sometieron a los americanos, renunciando a las tradiciones europeas.

Extraído de: Europeísta

viernes, 22 de agosto de 2008

"La crisis", por Joaquim Bochaca


Todos hablan de crisis económica, unos por ignorancia, otros por mala fe, y la mayoría por inercia mental. Y sin embargo, si hay algo que aparezca con meridiana claridad, es que no puede haber ninguna crisis económica.

La crisis es simplemente financiera.

Porque si la Economía se compone de tres partes: Producción, Consumo y Distribución, el fallo está, única y exclusivamente, en la última parte, la menos “económica” de las tres.

En efecto, si las máquinas progresan a ritmo geométrico y la demografía occidental permanece estacionaria, cuando no en retroceso, es evidente que la Economía debería mejorar casi a diario, y los precios bajar. Si una Comunidad produce más bienes y servicios en una unidad de tiempo, sin aumentar la población, o aumentando ésta a un ritmo netamente inferior a la productividad, bajarán en barrena los precios por la simple dinámica de los hechos.

Sin embargo todos sabemos que no es así, ¿Por qué? ¿Por qué las empresas quiebran a millares en todo Occidente, mientras sólo progresan, insultantemente, los Bancos y entidades de “servicios financieros”? ¿Cómo es posible que este hecho clarísimo no llame la atención y provoque la indignación de los más? Aun sin ahondar en el problema, sin necesidad de estudiar someramente la problemática y la operatividad de la Finanza, debe aparecer más que claro para la inteligencia más mediocre que si la producción alcanza cotas inimaginables hace sólo unos años, mientras que la gente sigue deseando consumir, el defecto actual sólo puede estar en la distribución; es decir, la Finanza.

FINANZA Y PODERCuando aludimos a la enfermedad de la Distribución, causante de la actual crisis “económica”, nos referimos, insistimos, a la Finanza. Con ellos entramos en el problema del dinero, ese instrumento de cambio de bienes y servicios, del que casi nada se sabe.
En España especialmente, el desconocimiento acerca de la naturaleza del dinero es casi increíble, incluso entre altos cargos directivos de las empresas. La creencia general es que se trata de unos trocitos de papel con los que se “compran” cosas.

La realidad es que esos trocitos de papel o metal representan, en el conjunto de un país occidental, apenas un 4% de los que es el verdadero “dinero”. En grandes potencias industriales, como USA, no llega ni siquiera al 3%.

En realidad lo que la gente llama “dinero”, no es más que la “calderilla”.
El resto es una fenomenal sobre estructura de créditos, manejada por Bancos; o mejor, por el sistema bancario. Una ficción que amenaza con llevar al mundo a la bancarrota como ya lo hizo durante la década de los 30.

En toda comunidad humana regida por principios serios y éticos, el objetivo de la producción es el consumo y no la rentabilidad del capital. La industria, la agricultura, y los servicios deben cubrir la demanda real -exclusivamente real y no la artificial, generada por un exceso de publicidad- y no asegurar beneficios inauditos al actual sistema usurario imperante.

jueves, 21 de agosto de 2008

domingo, 17 de agosto de 2008

Del simbolismo político del color negro

Julio, en Alemania, militantes del NPD se manifestaban en las calles cuando unos contra manifestantes se oponían; en ese contexto los periodistas han evocado la emergencia de un Bloque Negro de extrema derecha, cuyos símbolos no se distinguen fácilmente de los de la extrema izquierda.
Esta explicación podría hacernos pensar que los periodistas quieren tratar un fenómeno, observable y recurrente: el del pasaje de las ideas políticas de la izquierda a la derecha y viceversa, o el hecho de Joschka Fischer, antiguo ministro de asuntos extranjeros de la RFA, que acaba de declarar que releía Ernst Jünger ("El combate como experiencia interior") cuando jugaba a guerrillero en las calles. Estos periodistas han podido también querer decir que los extremos terminan siempre por tocarse. En fin, "Bloque Negro" o no, el análisis nos demuestra que el color negro ha sido el signo de la izquierda revolucionaria como de la derecha revolucionaria.
Cronológicamente el uso del negro como signo político ha sido primero de la izquierda: durante la revolución de Julio de 1830 en Paris, no sólo se vieron partisanos de la bandera roja oponerse a los partisanos de la tricolor, sino que en el mismo seno de la fracción más radical emergió un movimiento anarquista, en el sentido más estricto del término, que hizo del negro su color predilecto. En 1848 Bakunin se posiciona naturalmente detrás de una bandera negra. Durante la Comuna, en 1871, los elementos más radicales también usaron la bandera negra.
Desde 1880, los grupos anarquistas comienzan a organizarse en numerosos paises europeos y en EEUU: esta corriente se identifica con el color negro. Entonces se considera, en todas partes, que el color negro es el color de los anarquistas; es en negro que combaten las tropas de Nestor Makhno despues de la primera guerra mundial por una Ucrania independiente. Las milicias anarquistas españolas eligen también el negro durante la guerra civil española.
A lo largo del siglo XX, el anarquismo pierde rápidamente su importancia. Su bandera negra cae en el olvido. No renacerá hasta despues de la revuelta estudiantil de los años 60, primero en los EEUU, luego en el mundo entero.
Los anarquistas interpretan el uso del negro de maneras diferentes: unos pretenden recoger un símbolo tradicional de protesta, otros afirman que se trata del negro del duelo llevado por los combatientes caídos por la Comuna en 1871. Otros incluso, como Howard Ehrlich, dicen que la bandera negra representa la negación de todos los colores, es el rechazo de todas las formas de dominación ejercidas por el hombre.
Pero los anarquistas no pueden revindicar el monopolio de la bandera y del color negro: durante las dos grandes guerras mundiales, existieron movimientos nacionalistas que eligieron este color simbólico porque portaba, a sus ojos, una dinámica revolucionaria. Fue el caso, sobre todo, de los fascistas italianos que desfilaban en camisa negra y llevaban banderas y estandartes negros.
No está claro el origen de la camisa negra. La tesis más plausible es que proviene de los uniformes de los "arditi", unidades de élite italianas del ejército de tierra, cutos soldados, después de la Gran Guerra, se han incorporado a los partisanos de Mussolini. Los "arditi" preferían las camisas negras en su uniforme porque les daba un aspecto particularmente terrorífico. Así mismo no pienso que los fascistas hayan elegido las camisas negras tradicionales por los obreros de Emilie-Romagne que las llevaban.
Muchas pequeñas formaciones fascistas vuelven a utilizar la camisa negra a partir de los años 20, copiando el modelo italiano. En Alemania, el NSDAP prefería el pardo para los uniformes de sus formaciones políticas (aunque las SS iban de negro, porque decían pertenecer a los "Schwarzes Korps", a los "cuerpos negros"). ¿Porqué eligieron el pardo? Sin duda porque el negro había sido acaparado por los movimientos nacional-revolucionarias en competencia con los nacional-socialistas.
Inmediatamente después de la primera guerra mundial, los nacionalistas, en el Reich alemán, habían izado banderas negras para protestar contra el tratado de Versalles. Durante los años 20, numerosos grupos y grupúsculos adoptaban el negro como símbolo, notablemente influenciados de Arthur Moeller van den Bruck. Los principales grupos que optarían por el negro son las federaciones de juventudes (Jugendbünde), el Landvolkbewegung (El movimiento del pueblo del campo) y el movimiento "Widerstand" (Resistencia) del teórico nacional-revolucionario Ernst Niekisch. La disidencia del NSDAP, llamada Frente Negro, utilizada la bandera negra.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los emblemas negros desaparecen casi totalmente. No volverán que hasta los años 90, cuando los Kameradschaften militantes de extrema derecha reaparecen en las calles de Alemania: han buscado, para crear sus símbolos, en los viejos fondos de las tradiciones nacionalistas. Han descubierto que el negro tuvo su importancia. De ahí la noción "Bloque Negro". Ese Bloque Negro utiliza el negro en las variantes de la moda: en las sudaderas con capucha, las gorras o las gafas de sol.
Dr. Karlheinz Weissmann
Traducido por "Europeos"

sábado, 16 de agosto de 2008

Pierre Drieu La Rochelle


Desde que el 6 de junio de 1944 los aliados desembarcaran en Normandía, Pierre Drieu La Rochelle hablaba de una extraña noche a la que no habría de sucederla ningún día. El antiguo héroe de Verdún, había colaborado activamente con sus antiguos enemigos de la guerra del 14 y la liberación de Francia no anunciaba nada bueno para cuantos durante la ocupación fueron amigos de los alemanes. Al igual que Louis-Ferdinand Céline, Paul Morand, Robert Brasillach, Lucien Rebatet, Jacques Boulenger, Henry de Montherlant y Jacques Chardonne -Maurice Sachs, el más mezquino de los colaboracionistas estaba en Hamburgo-, los escritores que habían apoyado al gabinete del mariscal Pétain, títere de Berlín, sabían que su vida corría peligro. A excepción de Sachs, confidente de la Gestapo, la colaboración del resto de los escritores franceses con la abyecta causa de los invasores de su país se había limitado a la publicación de artículos periodísticos. Ante la comprensible sed de venganza de la liberación, era suficiente para llevarles frente al pelotón de fusilamiento.

Nacido en París, el 3 de enero de 1893, el héroe crispado en busca de una causa que no acertó a encontrar -pues eso fue a la postre Drieu La Rochelle- empezó a gestarse por las lecturas de Kipling, Barrés y Nietzsche en la adolescencia. Finalizados sus estudios en la Escuela de Ciencias Políticas, con el talante imbuido por las lecturas de los poetas de la acción, parte para el frente en 1914, apenas se declara la entonces llamada Gran Guerra. Destinado en Bélgica, participa en la batalla de Charleroi. Veinte años después, en 1934, aquellos combates le inspirarán 'La comedia de Charleroi', una de sus novelas más aplaudidas. Protagonizada por él mismo, lo que viene a contarnos en sus páginas es el regreso a aquel campo del honor en 1919, tras el cese de las hostilidades, como secretario de la madre de un camarada muerto en la batalla: el heroísmo, la rebeldía y la desesperación son los tres conceptos que gravitan en la obra.

Obsesión por la decadencia

Mucho antes de la firma del armisticio, Drieu La Rochelle es herido en Verdún. Mientras cura sus heridas escribe los poemas que en 1917 publicará bajo el título de 'Interrogación'. En esta ocasión, la confraternización de los héroes, por encima de la causa que les ha llevado a la lucha, es el tema que le ocupa.

Ya en la postguerra, París se rinde a sus pies. Interesado por todas las corrientes estéticas de su tiempo del surrealismo pasa al dandismo, mientras experimenta con las drogas, antes de hacerse comunista. Su principal obsesión de entonces es la decadencia. La decadencia marcará la pauta de su ensayo más conocido, 'Medida de Francia' (1922) y de cuantas novelas escribe entre 'El hombre cubierto de mujeres' (1925) y 'El fuego fatuo' (1931). Todas ellas constituyen el mejor retrato de la alegre burguesía parisina de entreguerras, preocupada únicamente por sus amantes.

Postura ultraderechista

Las inquietudes políticas de Drieu La Rochelle datan de comienzos de los años 30. Para entonces, de sus filias comunistas no queda nada. Tras adscribirse a la ultraderechista Action Française, cuando publica la ya citada Comedia de Charleroi se declara abiertamente fascista. Interesado por la agrupación del "capitalismo inteligente" en una unión europea, en 1934 publica 'Socialisme fasciste': su idea de la unidad del Viejo Continente coincide plenamente con la Hitler. Defensor por tanto del gobierno títere del Reich que Pétain organiza en Vichy, dirigirá durante los primeros años de la ocupación la revista Nouvelle revue française. Decepcionado y asustado de la política alemana en los países ocupados, abandona el cargo en 1943.

Meses después, cuando los aliados avanzan inexorablemente hacia París, Pierre Drieu La Rochelle se esconde en casa de una amiga norteamericana a la que había salvado de un campo de concentración. A diferencia de Céline, nada parece indicar que La Rochelle fuera antisemita: con anterioridad también había salvado a su primera mujer -judía- del campo de concentración. Entre los amigos que le protegen tras la liberación se encuentra el mismísimo André Malraux. Tras un intento fallido de suicidio el 11 de agosto de 1944, Pierre Drieu La Rochelle, dejando inconclusa la novela en que trabaja -'Memorias de Dirk Raspe' (1966)- pone fin a sus días el 15 de marzo de 1945: acaba de enterarse que se ha dictado una orden de arresto contra él.
Javier Memba

miércoles, 13 de agosto de 2008

Revuelta contra el mundo moderno


La vida del moderno se mueve entre dos polos; negocio y coito.

La palabra "moderno" ya no tiene prestigio automático sino entre tontos.

El moderno llama "cambio" caminar más rápidamente por el mismo camino en la misma dirección. El mundo en los últimos trescientos años, no ha cambiado sino en ese sentido. La simple propuesta de un verdadero cambio escandaliza y aterra al moderno.

Los Evangelios y el Manifiesto comunista palidecen; el futuro del mundo está en poder de la Coca-cola y la pornografía.

La diferencia entre medievo y mundo moderno es clara: en el medievo la estructura es sana, y apenas ciertas coyunturas fueron defectuosas; en el mundo moderno, ciertas coyunturas han sido sanas, pero la estructura es defectuosa.

El moderno cree vivir en un pluralismo de opiniones, cuando lo que impera es una unanimidad asfixiante.

La prensa aporta al ciudadano moderno el embrutecimiento matutino, la radio su embrutecimiento meridiano, la televisión su aburrimiento vespertino.

El moderno se ingnia con astucia para no presentar su teología directamente, sino mediante nociones profanas que la impliquen. Evita anunciarte al hombre su divinidad, pero le propone metas que sólo un dios alcanzaría o bien proclama que la esencia humana tiene derechos que la suponen divina.

El suicidio más acostumbrado en nuestro tiempo es pegarse un balazo en el alma.

El mundo moderno no será castigado. Es el castigo.


Aforismos del escritor colombiano
Nicolás Gómez Dávila (1913-1994)

lunes, 11 de agosto de 2008

Sobre el conflicto en Georgia



En estos últimos años hemos podido contemplar como el imperialismo americano ha actuado en la Europa del este, ya sea mediante la táctica de "divide y vencerás" - Montenegro, Kosovo...-, o bien, provocando "revoluciones" contra presidentes legítimos - primero fue la "revolución rosa" en Georgia, posteriormente la "revolución naranja" en Ucrania-. Pero, ¿qué está pasando ahora mismo en la Patria de San Jorge?

La zona caucásica es muy compleja debido a la variedad de religiones y culturas que pueblan esa zona, lo cual ya es un agravante a la complicada situación que está habiendo en Georgia.

Para entender lo que está pasando debemos remontarnos al año 2003, año en que se produció la "revolución rosa" que derrocó al antiguo presidente georgiano Shevardnadze - prorruso y antioccidental-, para imponer al nuevo gobierno del presidente Mikhail Saakashvili, proamericano.

Pero el conflicto se desata cuando el actual gobierno georgiano, apoyado por la OTAN* y por el gobierno Bush, empieza una masacre en la región de Osetia del Sur, bombardeando la ciudad de Tskinvali con cientos de muertos como resultado. En esta región, la mayoría de ciudadanos tienen pasaporte ruso y reclaman formar parte de Rusia. Como respuesta, Moscú ha desplegado sus tropas sobre la zona, actualmente en estado de guerra. No sería la primera vez que Putin parara los pies al imperialismo yanqui.



* Es significativo el apoyo - sobretodo militar- que el actual presidente de Georgia ha recibido por parte de Israel. También es de destacar que el presidente de Georgia hable un perfecto hebreo, mientras su georgiano deje mucho que desear.

sábado, 9 de agosto de 2008

¡Feliz cumpleaños, Mr. Truman!


Mientras se encontraba reunido en la población alemana de Postdam, cercana a las aún humeantes ruinas de Berlín, el presidente de los EE. UU., Harry S. Truman (que acababa de ocupar la vacante del fallecido Franklin D. Roosevelt) estaba más pendiente de la entrada en la sala de un edecán que lo que en ella se discutía.

Tras la derrota del III Reich, todavía Japón seguía peleando; la contienda conocida como la II Guerra Mundial había superado los cinco años de duración, y pese a la rendición de los miembros occidentales del Eje, el Imperio Nipón en solitario desafiaba al mundo.

Los participantes en la reunión, encabezados por el Premier británico, Sir Winston Churchill (después sustituido por Clement Atlee, que ganó las elecciones a principios de julio) urgían al dictador soviético Josef Stalin a cumplir su palabra de declarar la guerra al Japón. Solo la Unión Soviética, de entre todos los países aliados no lo había hecho todavía en tan atrasada fecha.

Pero mientras Stalin iniciaba otra de sus maniobras de regateo (consiguiendo, por ejemplo, que las fronteras occidentales de Polonia no fuesen rectificadas de momento, permitiendo la ocupación hasta el día de hoy de miles de km² de antiguo territorio alemán), el ayudante que Truman esperaba se acercó y le hizo entrega de un breve mensaje: la prueba de la “bomba especial” en Alamogordo, Nuevo México, había sido un éxito.

Por la cabeza del político norteamericano pasaron muchas ideas, pero al final, prevaleció la del “acercamiento industrial al arte de la guerra”: fabriquemos más, y que mate más, y acabaremos venciendo a la larga.

Siempre se nos ha presentado esta dicotomía como algo ponderado, como “el mal menor”. Cierto es que los japoneses han demostrado, durante siglos, su capacidad de sacrificio y su desprecio de la propia vida en el combate. Cierto también que las ciudades niponas estaban plagadas de esloganes con esta leyenda: “un millón de vidas por el Emperador”. Y esto no es, cuando se piensa en la marcialidad de los japoneses, una bravata sin más. Es algo que hay que considerar en serio.

También es cierto que la ocupación de islotes por todo el Pacífico había costado a los Estados Unidos miles de bajas. Es tradicional la tenacidad de los descendientes de los samurai, que llevó en más de una ocasión al mando americano a ordenar cegar los búnkeres enemigos con palas de buldózer, enterrando en vida a sus defensores.

Pero aún así, resulta dramático pensar que se pueda ordenar una matanza de dimensiones nunca vistas en tan corto espacio de tiempo. Cuando finalizó el conflicto, solo se juzgó en Nüremberg a los jerarcas del Reich, y había muchos otros que debían haber pasado por el banquillo. ¡Vae Victis!

Tomada, pues, la decisión, el Jefe de Estado Mayor accidental, general T.T. Handy, en un documento sellado y contrasellado como “confidencial” y “secreto”, ordeno al Comandante en Jefe de la USASAF, general Carl Spaats que el 509 Composite Group, de la 20ª Fuerza Aérea estuviese listo para lanzar una bomba especial en uno de estos cuatro objetivos: Hiroshima, Kokura, Niigata o Nagasaki. Que tan pronto como se contase con más bombas, otro de dichos objetivos sería atacado. Resulta destacado el punto tres de dicha orden, que literalmente dice: “La diseminación de parte o toda la información concerniente al uso del arma contra Japón está reservada al Secretario de Guerra (equivalente a nuestro Ministro de Defensa) y al Presidente de los Estados Unidos. Ningún informe sobre este tema o aportación de información será suministrada por los Comandantes en campaña sin una autorización específica previa. Cualquier texto de noticia tendrá que ser enviado al Departamento de Guerra para una autorización especial”.

Así, con todo el secretismo posible, se determinó el destino de varios cientos de miles de personas. Y mientras Stalin seguía boicoteando la firma de un tratado coherente en Postdam, exigiendo a la vencida Alemania una cantidad tan ingente en concepto de “reparaciones de guerra” que habría condenado al hambre, si no a la extinción, a los sucesores de Goethe, una masa metálica de casi 5.000 Kg. de peso, y apodada “Little Boy” (”Muchachito”), era cargada en la bodega de un bombardero B-29.

El avión recibió el mote de “Enola Gay”, nombre de una heroína de novela gótica que le había sido impuesto en el bautismo a la madre del coronel Paul W. Tibbets, Jr., piloto y jefe del aparato.

Cuatro aviones del mismo modelo (tres de ellos repletos de científicos y técnicos cuya misión era, permaneciendo a bastante distancia del punto de deflagración, tomar medidas y realizar todo tipo de análisis con relación a la explosión) se pusieron en vuelo para, aquella aciaga mañana del 6 de agosto de 1945, exactamente a las 9:15 horas (hora USA, 7:35 hora local), dejar caer la bomba más destructiva jamás empleada contra seres humanos.

La destrucción fue de tal magnitud, que las palabras se resisten a ser utilizadas para poder describirla: dantesco es un adjetivo periclitado e insuficiente. En estas ocasiones, los fríos números pueden resultar más informativos, aun cuando sean incapaces de transmitirnos una mínima porción del horror desatado: la bomba tenía una capacidad de destrucción equivalente a 20.000 Tm de TNT. El 60% de la ciudad de Hiroshima fue literalmente borrado del mapa. El 80% de los edificios fueron destruidos, y el 20% restante, severamente dañados. Entre 70 y 80.000 japoneses murieron, y una cifra similar fueron heridos, la mayoría terriblemente quemados. Un mes después seguía falleciendo gente a consecuencia de las radiaciones.

Una media hora después del lanzamiento de la bomba, el rapidísimo recalentamiento del aire que había sido enviado por la explosión a la atmósfera, produjo una fina lluvia que empapó las ruinas durante cinco minutos. Los expertos indican que esta lluvia, que introdujo en la tierra y en la epidermis de los supervivientes los agentes radiactivos producto de la deflagración, aumentaron sensiblemente el número de víctimas a largo plazo.

Pero no era suficiente. A pesar de conocer con todo lujo de detalles lo acontecido, el 9 de agosto, tan solo tres días después, otro artefacto atómico era lanzado contra la ciudad de Nagasaki, con resultados similares, aunque la mortandad fue menor, debido en no poco al perfil rugoso donde se asienta la población. Ciertos distritos, que se encontraban más bajos que otros, fueron protegidos por esos otros barrios menos afortunados y un mayor número de habitantes logró sobrevivir a la hecatombe.

Tras varios días de duras discusiones, el Consejo de Guerra Supremo se rindió a la evidencia y el día 14 se decidió por la capitulación. El día 15, el Emperador Hirohito se dirigía por primera vez en su vida a su pueblo a través de la radio.

Las primeras palabras de su discurso merecen ser recordadas: “Nos, el Emperador, hemos ordenado al Gobierno Imperial que notifique a los cuatro países, los Estados Unidos, Gran Bretaña, China y la Unión Soviética, que Nos aceptamos su Declaración Conjunta. Para asegurar la tranquilidad de los súbditos del Imperio y compartir con todos los países del mundo las alegrías de la co-prosperidad, como es la ley que nos dejó a Nos el Fundador del Imperio de Nuestros Ilustres Ancestros, que Nos hemos perseverado en seguir. Hoy, sin embargo, la situación militar ya no puede tomar un giro favorable, y las tendencias generales del mundo tampoco están en nuestro favor.

Lo que es peor, el enemigo, quien recientemente ha hecho uso de una bomba inhumana, está incesantemente sometiendo a gente inocente a terribles heridas y masacre. La devastación está tomando unas proporciones incalculables. Proseguir la guerra en estas condiciones no solo llevaría a la aniquilación de Nuestra Nación, sino también a la destrucción de la civilización humana…”

El 2 de septiembre de 1945, sobre la cubierta del acorazado Missouri, anclado en la bahía de Tokio, una triste delegación japonesa firmó formalmente la rendición.
Por suerte para la humanidad, desde ese terrible 9 de agosto en que Nagasaki fue destruida, ningún ingenio nuclear ha sido explosionado en el transcurso de una acción bélica. Pero su sombra, como la de los cipreses de Gironella, es alargada.
Un efecto colateral tuvo lugar: el 80% del uranio utilizado en las bombas de Hiroshima y Nagasaki procedía de África, del entonces Congo Belga, de la provincia de Katanga, de la mina de Shakolobwe. Los trabajadores (nativos) que extrajeron el mineral eran forzados, y estaban obligados a servir un mínimo de 180 días de manera gratuita al Gobierno belga, en unas condiciones laborales más cercanas a los esclavos de otras épocas. Allí eran azotados y recibían una mala alimentación, además de interminables jornadas de trabajo.
Terminada la Guerra Fría y, supuestamente, disipados los temores de, como cantaba Alphaville, ¿are you go to drop the bomb or not? (¿vas a tirar la bomba o no?), hemos entrado en otra etapa igual de terrible. El club de los países con arsenal atómico ha aumentado, y el control sobre un buen número de dichas armas de la extinta U.R.S.S. es cada vez más tenue…
Esperemos que, en un incierto futuro, solo haya que seguir recordando a las dos ciudades mártires de Hiroshima y Nagasaki, esos dos funestos cumpleaños cada 6 y 9 de agosto.

¡Feliz cumpleaños, Mr. Truman!, esté donde esté.

Eduardo M. López

viernes, 8 de agosto de 2008

Casa Pound

Reportaje hecho por una televisión italiana sobre Casa Pound:


lunes, 4 de agosto de 2008

Carta (1855)


El siguiente texto es una carta de la clase obrera española a las cortes que data de 1855. Como veremos a continuación muchas de las injusticias denunciadas hace 150 años siguen estando vigentes hoy en día, espero que tal hecho sirva para abrir los ojos a aquellos que no se dan cuenta que nos encaminamos hacia una nueva era de explotación impía al más puro estilo de la Revolución Industrial; eso sí esta vuelta a la feroz y cruel opresión del trabajador estará edulcorada con la falsa ilusión del paraíso materialista y hedonista.

Señores Diputados(...):

Hace años que nuestra clase va caminando hacia su ruina. Los salarios menguan. El precio de los comestibles y el de las habitaciones es más alto. Las crisis industriales se suceden. Hemos de reducir de día en día el círculo de nuestras necesidades, mandar al taller a nuestras esposas con perjuicio de la educación de nuestros hijos, sacrificar a estos mismos hijos a un trabajo prematuro.

Es ya gravísimo el mal; urge el remedio y lo esperamos de vosotros. Os pedimos únicamente el libre ejercicio de un derecho: el derecho de asociarnos.

Hoy se nos concede sólo para favorecernos en los casos de enfermedad o de falta de trabajo; concédasenos en adelante, para oponernos a las desmedidas exigencias de los dueños de los talleres, establecer de acuerdo con ellos tarifas de salarios, procurarnos los artículos de primera necesidad a bajo precio, organizar la enseñanza profesional y fomentar el desarrollo de nuestra inteligencia(...).
Exposición de la Clase Obrera Española a las Cortes (9 de septiembre de 1855)

domingo, 3 de agosto de 2008

Pentti Linkola en español


“¿Qué se puede hacer cuando un barco que transporta cientos de pasajeros naufraga y sólo se dispone de un bote salvavidas? Cuando el bote esté lleno, aquellos que odian la vida tratarán de cargarlo con más gente y acabarán hundiéndolo. Aquellos que aman y respetan la vida tomarán un hacha del barco y cortarán las manos de aquellos que se agarren a los costados del bote.”

Con esta afirmación, Pentti Linkola expresa la dura aunque vitalista doctrina con la que se ha dado a conocer, una doctrina que busca restaurar y celebrar el evidente equilibrio que da forma a toda la realidad. En una época que levanta murallas de retórica y acero para mantener al margen la furia de la naturaleza, él las derrumba sin piedad. No porque (como a la sociedad moderna le gustaría que pensases) esté loco o delire, sino porque es uno de los pocos que verdaderamente pretenden proteger la vida.

PRÓLOGO

Pentti Linkola nació el 8 de Diciembre de 1932 en Helsinki, capital de Finlandia. Su padre era profesor de botánica en la Universidad de Helsinki, además de fundador de la Asociación Finlandesa para la Conservación de la Naturaleza. Su profesor de biología en el instituto despertó en él un gran interés por la naturaleza, y comenzó a escribir ensayos sobre ecología y ciencia con gran dedicación. Su primera obra publicada fue un libro sobre pájaros escrito en colaboración con O. Hilden y titulado Suuri Lintukirja (“Gran libro sobre pájaros”, 1955). Dieciséis años después publicó su primera obra estrictamente ecológica, “Sueños de un mundo mejor”. En esta obra su optimismo respecto a la humanidad comenzó a vacilar, siendo sustituido por la idea de que un cambio completo de mentalidad era necesario para que la naturaleza y la humanidad pudiesen continuar existiendo. A partir de ese momento se distinguió como alguien que cree que la sociedad debe dejar a un lado todos los deseos insignificantes y frívolos del individuo. A lo largo de todos estos años Linkola ha escrito varios libros, dando numerosas conferencias y discursos y desarrollado un modo de vida que él considera ecologicamente sostenible. Es bastante popular en su tierra natal finlandesa, y recibió el premio Eino Leino por sus méritos literarios. Su último libro apareció en 2004 (“Podrá la Vida ganar – ¿Y en qué condiciones?”) y actualmente vive retirado como pescador.

IDEAS

Belleza y organización de la Naturaleza.

“La relación con la naturaleza es absolutamente esencial en la construcción de la propia visión del mundo”

En los escritos de Linkola hay una indudable admiración por la naturaleza y el orden que ésta manifiesta. En sus relatos sobre viajes a través de vastos bosques o sobre las gélidas mañanas que pasa pescando, se hace patente que ama todo aquello que integra una fuerza tan magnífica. No es una percepción superficial de la naturaleza como la que uno puede encontrar normalmente en el movimiento político-ecológico, ni tampoco como la que muestran las personas comunes. Su amor se cimenta sobre la admiración del gran conjunto en cuya creación participa cada aspecto, lo áspero y brutal junto con lo bello y tranquilo. Para Linkola la naturaleza no es algo a lo que uno mira a través de una ventana, o un lugar al que se puede ir de vacaciones una vez al año. Para él es una entidad que abarca todo, por mucho que las personas decidan ignorar aquello que les rodea.

Linkola habla de la armonía que existe en la naturaleza, un equilibrio que subyace en todo, a menudo de forma sutil. Esta estabilidad actúa a través de muchos mecanismos que aseguran que la población permanezca estable y se adapte a las circunstancias que puedan surgir. Muchas especies disponen de sistemas de autorregulación para controlar el número de nacimientos; esto les ayuda a no caer repetidamente en situaciones desastrosas y padecer hambrunas. Las enfermedades surgen en muchas ocasiones para diezmar poblaciones demasiado densas, asegurando así el equilibrio del ecosistema. Los humanos han sido capaces de evitar este mecanismo infalible por medio del cuidado médico, controles de población limitados y tecnología moderna. Linkola considera que las repercusiones son inevitables, y que cuanto antes nos demos cuenta antes podremos reconducir nuestra actitud y evitar dañarnos a nosotros mismos y al sistema en el que vivimos.

Otro hecho que Linkola enfatiza es que la naturaleza es ajena a la moral típica y la dualidad. A diferencia de los típicos políticos ecologistas de hoy en día, que apelan principalmente a la emoción, Linkola ama tanto la parte despiadada como la parte bondadosa de la naturaleza. No hay mal en el carnívoro que caza, y tampoco en la hambruna o la enfermedad. Son simples sucesos naturales dentro de este sistema. Su existencia asegura que el sistema al completo permanezca estable, así como que la vida misma continúe. Llama a la erradicación de criaturas a las que los humanos han dado oportunidad de reproducirse sin restricciones, lo cual ha dañado el ecosistema circundante. Mientras que los ecologistas y muchos otros miembros de esta sociedad aman a los gatos, Linkola quiere eliminarlos debido a la cantidad de animales que matan sin actuar en ningún momento como un depredador típico. Este tipo de lógica es muy diferente de la del ecologista común, que actúa movido por una compasión simplista y no por el analísis holístico del sistema.

Todos los componentes de este sistema son importantes porque la humanidad como especie, sin importar lo excepcionales que creamos ser, permanece dentro de esta estructura y sigue estando limitada por sus leyes. Todas nuestras acciones producen efectos y deberían valorarse siempre tomando en consideración qué impacto tienen en el conjunto del ecosistema. Sin embargo Linkola señala que este enfoque no se aplica practicamente nunca en la época actual. La gente actúa como si viviese en un mundo aparte, como si pudiese hacer cualquier cosa sin que sus acciones deriven en serias consecuencias. Se hace una distinción imaginaria entre sociedad y naturaleza, donde esta última se sitúa en algún lejano bosque, jungla, océano o montaña, y se considera que no tiene ya nada que ver con nosotros. Sin embargo esta estructura nos provee de la base misma de la vida de la que nosotros somos el resultado; nuestra especie está inevitablemente interconectada con la subsistencia de esta estructura. Linkola propone que reajustemos nuestra visión del mundo de tal manera que afirme el sistema al completo. Existimos en esta realidad, y sin una perspectiva realista de la estructura de la que ésta emana, al final pereceremos.

Problemas de la sociedad moderna

A lo largo de décadas de estudio, Linkola a observado muchos defectos característicos en la estructura de la sociedad moderna. Los ecologistas modernos actuarán normalmente en un área concreta, como por ejemplo los derechos de los animales, el calentamiento global u otro cualquiera de una larga lista. Pero algunos, incluido Linkola, señalan un problema más profundo que se encuentra en la propia mentalidad del ser humano moderno. Como resultado de la entronización del humanismo que comienza con la Ilustración, toda vida humana pasa a ser considerada algo sagrado y que debe ser preservado a toda costa. Miles de millones de personas inundan el planeta y consumen todo lo que pueden, aunque contribuyen muy poco a la sociedad. Abstracciones sin base fuera de nuestra mente (como “libertad” o “progreso”) conforman la base de nuestra sociedad, y sirven como justificación para la procreación y devastación sin límites. Miles de especies han sido exterminadas, un desierto de cemento se expande por toda la tierra, y a pesar de ello la gente imagina que comprar productos “ecológicos” solucionará todos nuestros problemas medioambientales. Linkola nos enseña una estructura cruel pero real que no se va a acomodar a nuestra negativa a aceptarla.


sábado, 2 de agosto de 2008

"Pax americana"


"Pax americana" es el nombre del segundo CD de los quebequenses Trouble Makers, el cual, desde esta bitácora lo recomendamos tanto por su calidad musical como lírica. Los temas que tratan las diez canciones que conforman el álbum giran entorno a la mundialización y la influencia norteamericana (Américanisés, Un bon exemple, Pax americana, Rock contre l'impérialisme), adoptando de esta forma un corte político antimundialista y antiimperialista, tal y como otros grupos de Rock Identitario Francés (RIF) como pueden ser Fraction, Vae Victis, In Memoriam... Aunque también hay canciones que giran alrededor de temas históricos y patrióticos (L'ordre tragique, L'insurrection, Notre étendard), sobre conflictos internacionales (Crime contre l'humanité, tema que habla sobre las víctimas serbias de la OTAN y de los terroristas albano-kosovares), otro que trata sobre nuestra actual forma de vida (Chevalier des temps modernes) y también hay un tema que reivindica un auténtico ecologismo alejado de utopías progresistas (Péril vert).

Musicalmente adoptan un estilo más parecido al metal, percibiéndose ligeramente su influencia de géneros radicales como el Streetpunk y el Hardcore en canciones como "Américanisés" o "Pax americana".

El CD ha sido editado por Pit Records, y actualmente se puede adquirir a través de la distribuidora francesa Libre-diffusion. Hay más información sobre este grupo en Le Coq Gaulois.

Escuchar canciones: Américanisés, Péril vert.