viernes, 20 de junio de 2008

El progre, el inculto y el tonto


Como tres personajes de una película, son tres tipos sociales, que por desgracia abundan en nuestra sociedad y van ligados el uno al otro.

Ya no caben más progres en este país. Todos son progres, o quieren serlo. Se les ve vestidos de "casual", eso si, con ropas de marcas, nada de vaqueros del mercadillo, no qué va, vaqueros y mocasines de 120 euros para arriba. Todos ellos hijos del franquismo, pero con un pasado inventado de lucha antifranquista, da igual que fueran cargos del régimen, como el actual candidato a la alcandía de Almería por el PSOE, José Antonio Amate, en sus buenos tiempos jefe provincial de Falange. La mayoría de ellos con titulaciones regaladas y ocupando puestos, o a dedo o con convocatorias de oposiciones hechas a su medida. Los vemos en la televisión y resto de medios, hablan de la multiculturalidad, ellos la practican contratando inmigrantes para el servicio doméstico, por supuesto. Hablan de tolerancia, menos cuando aparecen los "fascistas", porque entonces cual niña de El exorcista, comienzan a espumear por la boca e invocar la hoguera. Para ellos la inmigración es buena, porque dicen que garantiza la jubilación y las pensiones, ¿las pensiones de quién? Se llenan la boca con la multiculturalidad, pero claro, ellos viven en urbanizaciones de lujo con vigilantes de seguridad armados como Robocop, como el caso del delegado de Ciencia e innovación de la Junta de Andalucía en Almería Javier de las Nieves, que vive en Roquetas, la Marbella - en todos los sentidos- almeriense, al que hay que abrirle la piscina olímpica para que haga cada día unos largos antes de incorporarse a su puesto de trabajo, que no sabemos todavía muy bien cual es.

Hablan de ser liberales en la enseñanza, eso sí, ponen el grito en el cielo cuando uno de los alumnos producto de esa misma liberalidad les arrea un trompazo. Como son tan proletarios van en sus coches de factura alemana o japonesa, sobretodo 4x4, porque son hombres de la naturaleza, ecológicos, aunque un 4x4 consuma ingentes cantidades de combustible y destroce los caminos rurales. Hablan de su lucha contra el franquismo, algunos por lo visto, desde el vientre materno. Para los progres, es "guay" ser gay, eso si, mientras no les salga un hijo maricón en la familia. El progre no puede faltar nunca en un sarao social de prestigio, como la muy proletaria Trinidad Jiménez Villarejo, "La Trini", que acude a las presentaciones de la colección de joyas de la hebrea Elena Benarroch, para la cual trabaja como diseñador de joyas el muy proletario expresidente Felipe González, antiguo mando de las Falanges Juveniles.

Es evidente que el progre no podría existir sin el inculto. El inculto es aquel que hace de alegre palmero a las gracias del progre, es producto de la LOGSE, suele estar colocado también en cargo a dedo u oposición ex profeso para él, convocada por la progresía, así la progresía se garantiza la servidumbre, mansedumbre y pesebrismo al que es tan dado este país. El inculto confunde el latín con los dibujos animados, caso de la Ministra de Cultura. El inculto también se inventa su pasado, Blas Díaz Bonillo, antiguo delegado de industria de la Junta de Andalucía en Almería, presumía y sus secuaces también, de que era ingeniero, pero hete aquí que una mano negra - apuntan a Amate- cuando las luchas internas por el poder y cargos en el PSOE de Almería, se encargó de difundir el expediente escolar de Blas, con la sorpresa para todos que no había terminado la EGB. Por no hablar del actual delegado de Obras Públicas de la Junta de Almería, Luís Caparrós, ex alcalde de Purchena, el municipio que dictó un bando prohibiendo las actividades de los partidos que ellos consideraban fascistas, y prohibiendo residir en el pueblo a los que militaran en algún partido que el alcalde y sus secuaces consideraran fascistas. Pues a este tipo se le hace Diplomado en Relaciones Sociales, para que no tenga que estudiar mucho y tenga un título universitario.

El inculto es el apoyo del progre. Pero ninguno de los dos podría existir sin el concurso del tonto.
Hay tontos voluntarios, tontos vocacionales, tontos funcionales y tontos genéticos, entre otras clases de tontos.

El solar patrio está inundado de ellos, tantos que como dice el académico Pérez Reverte, ya no caben más. El tonto, sea del tipo que sea, se traga lo que le echen con tal de tener la panza llena, le da igual, el problema será cuando ya no pueda llenar la panza, pero bueno, como es tonto, sea voluntario o vocacional, seguirá al pie de la letra las instrucciones del progre y del inculto, y por supuesto la culpa será de otro, nunca de ellos.

Antonio Martínez Cayuela

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