viernes, 24 de octubre de 2008

Sobre el Pacto Europeo de Inmigración y Asilo

El Pacto Europeo de Inmigración y Asilo (PEMA) fue aprobado definitivamente hace unos pocos días, mostrando una vez más la incapacidad de los estados miembro de la U.E. y de sus organismos para hacer algo realmente interesante capaz de cambiar algo. Porque el PEMA es, en definitiva, más de lo mismo pero con forma distinta. Un "Bluf" más, y ya van demasiados.

El Consejo de Ministro de Justicia e Interior de la Comunidad Europea curiosamente se ha dado mucha prisa en aprobar este "plan", a diferencia de otros de igual importancia. Tal vez sea porque es un tema espinoso, un tema que enfrenta cada vez menos a los europeos, que en plena crisis económica se están poniendo cada vez más de acuerdo sobre ciertos asuntos, en este caso el inmigratorio. Aunque lamentablemente no siempre se apunta a quién se debe, en este caso debería ser al empresariado (aquel que necesitaba mano de obra barata y sumisa, así como aumentar la demanda de empleo para rebajar la calidad de la oferta) y a la clase política europea que "gobierna" por las necesidades empresariales en vez por aquellos que les sustentan y votan.

¿Y qué dice el PEMA? ¿De qué trata? Ahora que el paro cada vez es mayor y parece que "sobran" trabajadores (antes decían que, como faltaban, había que traer), ¿en qué nos va a ayudar el PEMA a los europeos? Desgraciadamente, en nada.

El PEMA endurece la persecución de la inmigración ilegal ¿acaso antes no lo hacían? Hacer leyes para contrarrestar la dejación anterior es realmente penoso. Cientos de miles de inmigrantes ilegales habitan ya en Europa, lo que significa que hay personas con menos derechos en Europa tanto por la parte inmigrante (sin derechos laborales) como por la parte europea -a la que se debería prestar un poco más de atención, que somos los que hacemos Europa- (colapso de instituciones y servicios, inseguridad, reducción de la calidad laboral por la ley de la oferta y la demanda y ese largo etcétera que todos conocemos). Espero que la clase política no haga una ley para cada pifia que hagan, porque entonces no avanzamos...

El PEMA apoyará la "integración de los inmigrantes garantizando su acceso a los derechos sociales (acceder a los servicios de sanidad, facilitar la educación, aprendizaje del idioma, disponer de los servicios públicos, asegurar su seguridad y trabajo) a cambio del respeto a las leyes." Es decir, que los que están se van a quedar. Cuando según el empresariado eramos pocos (trabajadores), había que traer. Y ahora que somos demasiados, se quedan. Eso lo único que garantiza es que toda la población (tanto inmigrantes como europeos) pierda nivel de vida, que los servicios públicos sean cada vez más pobres y estén más colapsados, que el mercado laboral sea peor aun de lo que es y que miles de parados deambulen por las calles sin saber qué hacer. Eso sin entrar en el molesto debate de los derechos adquiridos por aquellos que han levantado Europa a través de los años, que ven como sus hijos tienen exactamente los mismos derechos (o menos, véase vivienda protegida) que los que acaban de llegar (que nada han hecho por Europa y que no les interesa más que su bienestar personal, no la colectividad). La garantía la pagaremos como siempre los europeos, no los empresarios que son los culpables de esta situación ¡como siempre!

Para terminar esta situación, Franco Frattini, Comisario de Seguridad de la UE, anunció que el próximo 23 de octubre la Comisión Europea presentara un proyecto formal a los países miembros de la Unión para alentar la inmigración legal de trabajadores cualificados en distintas áreas laborales. Como bien es sabido, en Europa sobran puestos de trabajo para trabajadores cualificados, por eso muchos licenciados, diplomados e incluso doctores están trabajando en sectores como la hostelería o el sector servicios en general con sueldos más bajos que su condición académica. ¡Estos comisarios son unos linces! Sólo hay que ver como en países como Italia o España muchos médicos se van a otros países porque en España no cobran lo suficiente o su puesto está ya cogido por uno de esos inmigrantes cualificados que trabajan más barato (lamentablemente, ojo).

¿Y nosotros qué? ¿Qué tenemos que decir los europeos respecto a esto? La burocracia europea parece estar en otra dimensión, parece inaccesible, lejana. Los europeos en general lo vemos como algo que nos dicta, pero sobre lo que no podemos decir nada. ¿Esa es su democracia? Vayanse a la mierda, con perdón.

Estoy harta.

Sofía

1 comentario:

Anónimo dijo...

No son sólo los empresarios los que quieren inmigrantes. También muchos españoles. Basta ver los que hay trabajando en bares, en puestos de helados en verano, en cafeterías, cuidando a los padres ancianos, etc.

El inmigracionismo es el enfrentamiento entre la gente que tiene valores (una minoría) contra los seguidores del dinero, el conformismo y la "comodidad".

La mayoría de la población es culpable, votan lo que votan, y se tragan su propaganda insertada en cine, series de TV y concursos llenos de extranjeros.