miércoles, 30 de julio de 2008

Alain Soral


Alain Soral se crió en París en los años sesenta, en un suburbio obrero. Su padre le envió a estudiar a Stan, un colegio católico de renombre.

Pasó su adolescencia en Grenoble, a inicios de los setenta, donde entró en contacto con la cultura psicodélica, la música pop, las comunas y las drogas.

Con 18 años vuelve a París, donde vive en la más completa marginalidad, ocupado en pequeños empleos. En 1976 milita en el movimiento punk.

A finales de los años ochenta, entra en el Partido Comunista Francés.

A finales de dicha década, crea un Colectivo de Trabajadores de los Medios, denominado "Célula Ramón Mercader". Publica el boletín La Letra Escarlata, desde donde hará campaña por el "no" a Maastricht.

A mediados de los años 90 se aleja del PCF, donde se le etiqueta de "rojo-pardo" debido a su nacionalismo.

En Bayona madura sus ideas, mientras sigue viviendo del periodismo publicando bajo pseudónimo, trabajando también en el cine y la radio.

Vuelve a la política a principios del 2000, y publica Jusqu'ou va-t-on descendre?, libro de éxito donde critica la traición de la izquierda.

En las elecciones presidenciales de 2002 decide votar a Le Pen como "voto revolucionario". Pasadas las elecciones, publica libros dirigidos a defender Francia frente al liberalismo y la izquierda.

En 2005 vota contra el proyecto de Constitución europea. Es entonces cuando conoce personalmente a Le Pen y decide adherirse a su comité de campaña y apoya su hija Mariane y a Oliver Martinelli.

Recientemente ha creado la asociación Egalité & Réconciliation, siendo su presidente, la cual pregona la reconciliación nacional y la unión entre la izquierda patriota y la derecha anti-financiera.

J.G.
Más información en su página.

lunes, 28 de julio de 2008

Hacktivismo


La comisión de mercado interior del Parlamento Europeo debatió ayer el llamado paquete de telecomunicaciones, la propuesta de directiva que debería estar vigente a partir de 2012, cuando el apagón analógico será una realidad en la UE. El texto es muy complejo, modifica cinco directivas y será votado en sesión plenaria el próximo otoño con las tres enmiendas más polémicas que los grupos de defensa de los derechos digitales denunciaron.

De este modo, se autorizará a acceder a los datos personales de los usuarios por motivos de seguridad sin su consentimiento; se autorizará la venta de software que incluya programas espías destinado a interceptar los intercambios de archivos, impedir la copia de material protegido, "controlar al usuario" e "interceptar sus comunicaciones", explicó Cristophe Espern, de la Fundación por una Infraestructura de Información Libre (FFII). Ambas enmiendas, sin embargo, deberán ser revisadas mediante el informe de la Comisión de Libertades Civiles antes de su primera lectura en sesión plenaria, el próximo septiembre.

Además, ayer se "autorizó" a los estados a que instauren en sus países el plan Sarkozy para frenar la distribución de contenidos en Internet. Un modelo que corta el acceso a Internet a aquellos usuarios franceses que después de tres advertencias continúen descargándose contenidos con derechos de autor a través de las redes p2p (intercambio de archivos). En este caso no impone, se autoriza.

Más allá de la polémica, la directiva pretende ordenar un espectro radioeléctrico común. Se trata de "un bien público escaso y muy solicitado", aseguró el eurodiputado de CiU Ignasi Guardans. El espectro se regula por frecuencias, que a su vez deberán repartirse entre televisión, radio, telefonía, Internet y servicios de valor añadido, como la información del tráfico en el coche o los servicios de emergencia y seguridad.


Por una red libre para todo tipo de ideas. Por que el conocimiento nos hará libres. Por todo y mucho mas nos oponemos a las politicas de la UE que nos cohartan la libertad de expresion en la red. Si hay narices que nos metan todos los spaybots que quieran, nosotros no nos quedaremos quietos.¡Lucha en las calles y la redes!
Extraído de: Europa Erwache

sábado, 26 de julio de 2008

viernes, 25 de julio de 2008

Militantes NR contra el lobby gay


Ante los juegos olímpicos para gays y lesbianas - "eurogames"-de Barcelona, algunos militantes NR de la ciudad condal han querido mostrar su desacuerdo con estos juegos pagados con los impuestos de los barceloneses.

¿Gay circus? No con mis impuestos

jueves, 24 de julio de 2008

martes, 22 de julio de 2008

Compagnia dell'Anello - Il mercenario di Lucera

Generación friki, ¿el hombre del futuro?


En España se les conoce como frikis, en inglés como geeks, en japonés como otakus. Tal vez tengamos ante nuestros ojos al prototipo de hombre del futuro. Son los hijos integrales de la posmodernidad, las primeras generaciones enteramente formadas en los valores del consumo y del Mercado. Son el producto humano de una cultura del simulacro y de la falta de trascendencia. Más allá de la curiosidad anecdótica o del menosprecio, forman ya una especie cuyos significados conviene indagar.

El término friki (del inglés freak, extraño) se refiere normalmente a personas de apariencias y comportamientos extravagantes, obsesionadas con un tema o hobby del que derivan toda una forma o estilo de vida. Se trata de sujetos estrafalarios, con intereses infantiles y/o inmaduros, mentalmente instalados en mundos imaginarios y realidades virtuales, y con dificultades para una socialización normal fuera de los círculos que comparten su obsesión.

El fenómeno comenzó como una especie de subcultura adolescente de consumidores de comics manga, películas y series de ciencia-ficción, videojuegos, dibujos animados, juegos de rol, fanzines, libros, muñecos, productos derivados y todo género de pacotillas de universos de ficción. Un fenómeno que arrancó en los años ochenta, y que hoy constituye un mercado colosal extendido en forma “viral” o de red a todo el mundo. A primera vista, puede parecer un fenómeno tan grotesco como inocuo, una moda u opción más dentro de la vasta panoplia de productos lúdicos a través de los cuales el mercado va integrando a los más jóvenes en la religión del consumo.

El problema empieza al constatar que muchos de los adeptos al culto friki no sólo no son tan jóvenes, sino que ya peinan canas. Y al comprobar que el adolescente que se sumerge en ese universo autista tiene amplias posibilidades de no terminar nunca de salir de él, o bien de no dejar nunca de ser un adolescente. De cualquier forma, en los casos más extremos el resultado final es una persona diferente, una persona cuyas facultades de percepción de la realidad se han visto distorsionadas. Es en Japón —ese “laboratorio de la posmodernidad”, según el sociólogo Michel Maffesoli— donde el fenómeno se manifiesta en su forma más siniestra: esos adolescentes que echan el cerrojo de su habitación, y que se recluyen de por vida en su mundo virtual de videojuegos y de Internet. Y es en Japón donde se ha propuesto una definición que recoge todos los aspectos patológicos del otaku: “personas cuya percepción visual ha mutado”, o “nueva categoría de individuos que se han adaptado a la sociedad de alto consumo”.

Porque este es el quid de la cuestión: el friki/otaku es un individuo normalizado, un individuo plenamente adaptado a la nueva sociedad de consumo. Y éste es el momento en que el “fenómeno friki” pasa de ser una anécdota a convertirse en pasto del análisis de sociólogos y filósofos. En la cultura otaku —señala el filósofo japonés Hiroki Azuma— aparecen claramente dos elementos fundamentales de la sociedad postmoderna: la generalización de los simulacros y el declive de los grandes relatos.[1] Dos elementos que, al unirse a fenómenos colindantes tales como el fin de toda idea de trascendencia y la generalización del hiperconsumo, vienen a conformar toda esa nebulosa que ha venido en llamarse posmodernidad. En realidad, todo lo esencial de nuestra época postmoderna viene a condensarse en el arquetipo del friki.

La esencia de la posmodernidad es, como se ha señalado hasta la saciedad, el eclipse de esos grandes relatos que, a partir de explicaciones omnicomprensivas (Dios, Patria, Progreso, Revolución, etc.), conferían un sentido a la vida. Ridiculizados y vaciados de significado todos los referentes, la posmodernidad puede definirse como la época del eclipse total del sentido.

Ahora bien, el ser humano no puede tolerar el horror vacui de la ausencia de sentido. El ser del hombre requiere imperativamente un territorio de pertenencia simbólica. ¿Qué hacer una vez que los polos de referencia tradicionales (la autoridad divina, la autoridad del Padre, el culto a la Patria o a la Idea) han desaparecido del horizonte? Es aquí donde entra el Mercado. Las tribus “frikis” alivian ese vacío mediante su inmersión en un universo de micro relatos de ficción suministrados por el Mercado. Una búsqueda desesperada de sentido, que es también una huída de la realidad.

El crimen perfecto

El universo friki es un producto depurado de la cultura de masas del capitalismo total. Y viene a corroborar una de las intuiciones más célebres del gurú de la posmodernidad, el filósofo Jean Baudrillard, cuando anunció hace décadas lo que llamó el “crimen perfecto”: el asesinato de la realidad. Según Baudrillard, en la cultura postmoderna la realidad es reemplazada por los modos de representación culturales que “simulan” la realidad. Y en otra vuelta de tuerca, esas simulaciones dejan a su vez de representar la realidad, para pasar a remitirse a ellas entre sí. Un universo virtual, que se sobrepone al universo real al igual que el mapa del cuento de Borges alcanzaba a cubrir todo el planeta.

En esta forma de producción cultural, la distinción copia/original pierde su sentido, puesto que las copias ya no reenvían a ningún original, y mucho menos a la realidad. Todo se difumina en simulacros: derivados, fragmentos y parodias de productos que a su vez son derivados, fragmentos y parodias de otros productos, y así sucesivamente en una espiral enmarañada en la que ya es prácticamente imposible distinguir entre copias y originales, y en el que las creaciones “saltan” de un soporte a otro (del audiovisual al comic, de los juguetes a videojuegos o a la “literatura”) siguiendo los dictados de las tendencias de consumo y de los intereses del mercado.

La cultura friki es la cultura de la inmanencia absoluta. Toda idea de trascendencia ha sido eliminada. Más aún, es la propia distinción entre inmanencia y trascendencia la que desaparece. Y en paralelo, el “friki/otaku” experimenta una especial atracción por todo lo oculto, lo misterioso y bizarro: una pseudorreligión de bricolaje compuesta de materiales culturales diversos. Un culto sin fe, al que lo único que se le pide es que proporcione al adepto satisfacciones emocionales suficientes como para hacerle sentir que sigue vivo. Dios ha muerto, pero tenemos Star Trek.

Pero, tal y como predecía Baudrillard, este eclipse de la trascendencia no se refiere únicamente a Dios o a la metafísica: es la propia realidad la que ha desaparecido, al diluirse en simulacros, signos y códigos que han perdido todo vínculo con la realidad significada. Es un universo auto-referencial que no hace sino clonarse a si mismo, auto-engendrarse y reproducirse por metástasis. Y los frikis u “otakus” son los peleles atrapados en todo este proceso.

El universo “friki” es tribal. Sus tribus se definen de acuerdo a pautas de consumo. La mercancía cumple la función de proporcionar al consumidor los elementos que expresan su personalidad y su identificación tribal. En la terminología de Baudrillard, las mercancías devienen signos flotantes, artificiales y desencarnados. Y estos signos son los que confieren sentido e identidad: la ideología o la religión desaparecen, y no queda nada más que el simulacro. Es un universo “pseudo”, en el que solo se vive a través de las vivencias imaginarias de seres imaginarios.

Consume y calla

Puede parecer un fenómeno a primera vista inofensivo, pero en aquellos países en donde se encuentra en su estadio más avanzado —particularmente en Japón— presenta su lado más oscuro en forma de patologías (desequilibrios emocionales, autismo, dificultades para distinguir realidad/ficción, depresiones) o síndromes similares a la drogodependencia, que afectan a un número creciente de personas. Tal vez quepa hablar de una nueva “especie mutante”, una especie perdida en una hiperrealidad virtual, ajena a los compromisos y a las emociones de la vida real. Pero en realidad, se trata de “ciudadanos modelo” del nuevo mundo del capitalismo global. Son las primeras generaciones de hijos de la era del hiperconsumo. No hay peligro de que este ciudadano se haga demasiadas preguntas. Bastante tendrá con consumir y trabajar, trabajar y consumir para satisfacer su obsesión. Animes, mangas, videojuegos, sagas galácticas, bloques de lego o maquetas de madelmanes, cualquier estupidez es reciclable y para el caso es lo mismo. La acumulación de gadgets y memeces constituye el caparazón protector tras el que el friki construye su identidad. Se trata de una regresión a la infancia, el cocooning en un sucedáneo de vientre materno. No hay consumidores tan compulsivos como los niños, y a esa lógica responden las estrategias infantilizadoras del capitalismo, con la consiguiente transformación de nuestras sociedades en inmensas ludotecas. El sistema puede estar tranquilo con los frikis. Este sujeto, ataviado como un dibujo animado y con la cabeza repleta de batallas interestelares, es el perfecto conformista, el perfecto consumidor.

Lo que el fenómeno otaku viene a representar es una enorme regresión. Regresión desde la madurez al infantilismo, desde la cultura al embrutecimiento, desde la complejidad de las relaciones humanas al autismo y a la endogamia tribales, desde la inteligencia al cretinismo. Es la inserción en un patrón animalizante de conducta, en el que las necesidades emocionales son administradas de forma aislada, asocial, mecánica, de forma similar a como ciertos estados de ánimo son tratados con Prozac y demás tranquilizantes.

Todas las épocas, todas las corrientes históricas se han referido casi siempre a algún arquetipo, a algún modelo de hombre, y siempre en un sentido de superación. El caballero andante bajomedieval, el santo del cristianismo, el hombre universal del Renacimiento, el hidalgo del Imperio español, el honnête homme del clasicismo francés, el poeta del romanticismo, el capitán de industria del primer capitalismo, el dandy del decadentismo, el artista rebelde de las vanguardias, el soldado de los fascismos, el revolucionario del marxismo. Hoy ya conocemos a un modelo de hombre plenamente acuñado por el mercado global: en España se le conoce como friki, en inglés como geek, en japonés como otaku, y tiene pinta de payaso.

Rodrigo Agulló

lunes, 21 de julio de 2008

Blackwater


La libre empresa llega a la guerra...

MERCENARIOS EN IRAK

Un libro sobre la corporación Blackwater denuncia las actividades de la compañía de mercenarios más grande del mundo.


Los mercenarios ya no son aquellas figuras románticas de las novelas de Jean Larteguy o Frederick Forsithe... las modernas corporaciones han sustituido a personajes como Schrame o Denard. El capitalismo en estado puro ha logrado corromper incluso los códigos de honor de los viejo condottieros...

Blackwater es el principal contratista de mercenarios a nivel mundial. Desde unos orígenes que nunca fueron humildes, su fundador, Erik Prince, era heredero de una fortuna estimada en 500 millones de dólares, ha llegado a ser una de las corporaciones con mayores contactos políticos dentro de las administraciones republicanas de los EE.UU., es uno de los grupos que más tropas ha desplegado en Irak, hasta el extremo que se habla, medio en serio, medio en broma, de Blackwater como del quinto elemento de las fuerzas armadas de los EE.UU.: ejército, marina, fuerza aerea, marines y Blackwater.

El libro de Jeremy Scahill cuenta la historia de como ha llegado a crearse tan inusual situación y comienza a situar a su fundador en su contexto familiar, social y político. Erik Prince nació en una familia de millonarios calvinistas conservadores, ligados desde hace ya varias generaciones a las políticas de la derecha cristiana y del partido republicano, responsables en parte de que ambas políticas se hayan superpuesto desde la era Reagan. Erik convertido al catolicismo ha canviado de Iglesia pero no de ideología y pasó de ser un calvinista conservador a ser un católico conservador. Erik Prince en el momento de heredar su fortuna era oficial de los SEALS, una fuerza de asalto particularmente bien entrenada, y probablemente uno de los hombres más ricos que jamás se haya alistado en cualquier ejército moderno, pero de alquiler, para unidades como aquella en que había servido, que fue empleado primero por el ejército norteamericano y después por distintos departamentos de policía. El tiroteo en el colegio público de Columbine, que dio lugar al film de Bowling por Columbine, le hizo construir la reproducción de un High School típico para entrenar a la policía, y la guerra contra el terrorismo que precedió incluso al 11 de septiembre, le facilitó contratos oficiales para suplir y complementar al ejército y las agencias federales norteamericanas en la protección de edificios en instalaciones oficiales. Después de haber sido crítico con el primero, su coincidencia política con el segundo de los presidentes Bush, con el que está de acuerdo tanto en el tono religioso dado el conflicto con Irak como en sus políticas de libre empresa, y unas políticas que han llevado al presidente a dar contratos a empresarios civiles en el terreno de la defensa nacional en plena guerra, han hecho de Blackwater uno de los grandes protagonistas semiocultos de la guerra de Irak. Sin embargo Blackwater no siempre ha estado en la sombra y los cuatro "contratistas civiles" cuya muerte causó las represalias sobre la ciudad irakí de Fallujah eran en realidad mercenarios de Blackwater. Este incidente, importante para el desarrollo posterior de toda la campaña de Irak es relatado en detalle.

La historia de Blackwater es no sólo la de una compañía de seguridad sino también la historia política reciente de los EE.UU. y del ascenso electoral de los fundamentalistas religiosos y de la administración norteamericana de Irak, lo es incluso de los incidentes que siguieron al huracán Kathrina en Nueva Orleans hace dos años, donde personal de Blackwater fue empleado como policía auxiliar desde los primeros días.

El libro está construido no sólo a través de trabajo de archivo sino también de entrevistas. Un largo capítulo es de especial interés para el público de lengua castellana, el de la contratación de mercenarios en Chile, ya que aparentemente los llamados "pingüinos" - son bajitos, oscuros y vienen del ártico- son muy respetados por su profesionalismo. En otro, también de interés para los lectores hispanos, se describe la épica batalla librada por soldados salvadoreños y mercenarios de Blackwater contra una fuerza superior de milicianos sunnies (aunque, si creemos a otras fuentes, también citadas en el libro, podría tratarse de una gran matanza de civiles). De diversas maneras, este libro conecta con otros sobre los errores y horrores en la administración de Irak ocupado tanto por los gobernantes norteamericanos, como por las compañías subcontratadas para ayudar a la reconstrucción - Hally-Burton y otreas- ya descritos en libros como Irak Inc. Da una imagen distinta del desarrollo de la guerra de Irak, la política interna norteamericana... narra varias batallas como si fuera una novela, da rostros humanos a las víctimas de Fallujah - y no sólo a los norteamericanos- y aborda un tema que se creía superado pero ha reaparecido en varias guerras recientes, posteriores a la caída del bloque soviético, el retorno de los mercenarios al campo de batalla. Se da el caso de Blackwater en Irak, Afganistán, o incluso, dentro de los mismos EE.UU., pero también el de los mercenarios cosacos enfrentados a los nacionalistas rumanos en la República moldava o ayudando a los servicios en los Balcanes. Una vez aceptado, y legitimado por su servicio a una gran nación, el concepto de un ejército privado ¿qué impide que su próximo contratante no sea un Estado sino una corporación? Blackwater alardea hoy de poder controlar, sino un país, si por lo menos una gran ciudad o incluso una región. ¿Quién los contratará después de los EE.UU.? ¿Una petrolera que deba defender sus pozos en Angola? ¿Una empresa cafetelera harta de lidiar con los sindicatos de países tercermundistas? Dentro de la privatización de la vida pública a que están asistiendo los EE.UU. no es una idea del todo imposible que la próxima invasión que llegue del Norte no sea la de un ejército nacional sino la de un ejército privado.

Extraído de la revista Krisis 21, nº 1

El club de la lucha

viernes, 18 de julio de 2008

La caetra, el escudo de Iberia


La caetra era el escudo típico de Iberia, era de forma redonda, con unas dimensiones que oscilaban entre los 50 y 70 centímetros de diámetro, estaba fabricada en cuero o en madera forrada de piel y constituía una protección apta para el combate en formación o en guerrilla.

Su utilización se remonta a la Edad de Bronce, sobre todo en el Suroeste de la Península Ibérica. En las representaciones aparecen estos escudos con una empuñadura central y, en algunos casos, como una serie de círculos concéntricos. Esta doble característica aparece en uno de los más antiguos monumentoes ibéricos conocidos con figuras humanas, el conjunto escultórico de Porcuna (Jaen), de mediados del S. V a.C. Probablemente se trata de una serie de discos de cuero de diferente diámetro encolados entre sí y apretados contra un molde para crear la concavidad central que permitía colocar una empuñadura sencilla. Además llevaban una correa sujeta a dos anillas móviles para colgar el arma del hombre durante la marcha o para enrollarla en torno a la muñeca en combate.

Junto a los escudos de cuero existían otros de madera, decorados al exterior con grandes tachones de bronce repujado, láminas finas que no añaden apenas protección ni llegan al borde del escudo, pero que resultarían imponentes. Estas decoraciones aparecen en toda la Península desde el S. V a.C.

Obviamente el escudo de cuero era demasiado liviano y los de madera eran los más utilizados, al menos desde el S. IV a.C., según muestran los arqueólogos.

Al morir el guerrero el escudo ardía en la pira funeraria, pero gracias al estudio de las manillas tenemos una idea bastante precisa de las características de la caetra.

jueves, 17 de julio de 2008

Ayuda a Michael Müller


El famoso cantautor Michael Müller lucha contra su grave enfermedad. ¡La Seguridad Social no se hace cargo de los costes! Ahora Michael y Annett Müller piden vuestro apoyo:

"Queridos camaradas, a pesar de que Indymedia le de hoy por muerto, no ha sucedido nada de eso. Está sentado ahora mismo junto a mí. Como se suele decir, a quienes dan por muertos viven más.

Aquí está la cuenta de donativos para Michael que un camarada ha abierto para él. Sé que este no habría sido nuestro camino, pero como me dijo Torsten, no estamos en condiciones de rechazar ayuda alguna.

Os damos las gracias.

Anett y Michael".

...y así recompensaremos a los que ayuden: "Acción 5+X"

Una acción de Altermedia y de la Red Libre Altenburg.

Cinco euros no es poco a día de hoy. ¿Pero qué son cinco euros cuando se trata de ayudar a una persona, máxime cuando se demuestra públicamente la solidaridad nacional? ¿Hablamos siempre de eso o lo pensamos en serio? Cualquier apoyo individual/colectivo que esté dispuesto a donar cinco o más euros, PUEDE además de apoyar la causa inicial, dejar la reseña del nombre de su organización, el suyo propio, una dirección de internet o todo junto. Altermedia y la Red Libre Altenburg publicitará los nombres y direcciones de aquellos que demuestren que la Solidaridad Nacional es algo más que palabrería.

Aquí los datos de la cuenta de apoyo a Michael Müller:

Titular: S. Wagner

Número de Cuenta: 30 63 19 77 65

Sucursal: 701 100 88

Banco: Postbank München

Asunto: Zuschuss (dado el caso: Nombre/ Organización/ Dirección Internet y suma)

Para donativos desde el extranjero:

IBAN: DE92701100883063197765

BIC: PBNKDEFF701

miércoles, 2 de julio de 2008

martes, 1 de julio de 2008

La gaita irlandesa


La gaita irlandesa, originada en el Siglo XVII, es un instrumento de difícil ejecución, que habitualmente se toca sentado (el ocupante inblgés les prohibió tocar la gaita de pie y tuvieron que buecar una gaita más versátil). La bolsa de aire es inflada desde un fuelle accionado por el antebrazo y el codo del gaitero (uilleann significa codo en gaélico).



La uilleann tiene una digitación cerrada (aunque hay zonas donde se toca con una digitación abierta). Que significa digitación cerrada: para ello debemos entender primero que es una digitación abierta. La digitación abierta consiste en ir abriendo agujeros dejando los inferiores abiertos (esto no siempre es así). En cambio la digitación cerrada consiste en tener la menor cantidad de dedos levantados.


La uilleann se puede encontrar en cuatro tipos de configuración, practice set, half set, 3/4 set y ful set. -El practice set sólo tiene chanter, bolsa y bellow. -El half set igual que el practice set pero incluye los tres bordones. -El 3/4 set además de los tres bordones incluye dos reguladores. -El full set es como el 3/4 set pero con 3 reguladores. Para empezar con un practice set hay mas que suficiente, poco a poco se le van añadiendo el resto de piezas.

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